¿Quiénes somos?

Somos un colectivo (mixto) andaluz que asume la interseccionalidad como herramienta para la lucha contra los distintos sistemas de opresión que sufren las habitantes de nuestra tierra, sean explotadas por razón de especie, sexo-género, raza y/o nacionalidad.

Para nosotras, el antiespecismo, como lucha para la liberación de los animales no humanos, debe de asumir, también, las luchas que afectan a la otredad animal, a las humanas. Como clase trabajadora, como Pueblo oprimido, como mujeres, sufrimos violencias sistémicas que debemos combatir. Toda opresión merece una respuesta organizada y nosotras pretendemos señalar todo dominio y extirparlo de nuestras vidas.

Colonialismo, patriarcado, capitalismo y especismo son estructuras socio-políticas y económicas que destruyen el territorio donde vivimos, explotan, torturan y asesinan a los animales no humanos, nos explotan, cosifican, violan y matan como mujeres, como identidades sexuales y de género no normativas. No hay justicia, libertad ni igualdad para quienes por su especie, sexo-género, raza y/o nacionalidad hemos sido y somos inferiorizadas, oprimidas.

Andalucía es una colonia interior del Estado Español, el Pueblo esclavizado por Europa que sirvió como ensayo para lo que posteriormente desarrollarían a sangre y fuego en Abya Yala: conquista, sometimiento y expolio durante siglos. Y como colonizadas, no romperemos ninguna cadena sin antes destruir España como expresión del imperialismo y del patriarcado occidental. No seremos libres colectiva ni individualmente hasta desprendernos del yugo euro-español.

Los animales no humanos, como habitantes de nuestro país y determinados por ello, son también explotados, son generadores de beneficios materiales para los capitalistas, y por tanto, no sólo merecen empatía y reconocimiento como individuos con intereses propios, sino liberación y justicia. No son medios de producción que colectivizar, no son herramientas de trabajo, no están para servirnos ni a los capitalistas como plusvalía, ni a la clase trabajadora como posesión comunal.

Las mujeres, como las naciones, no somos territorio de conquista. El hetero-patriarcado nos explota triplemente: como clase obrera, como andaluzas, y como mujeres. Y si esa triple opresión no fuese suficiente, hay que sumar el racismo hacia colectivos racializados, así como la lgtbofobia de quienes no cumplimos con la hetero-norma y el sistema cis-género.

Hemos llegado a la conclusión de que la interseccionalidad es la única vía por la que recuperaremos nuestras soberanías, colectivas e individuales. Que nuestras vidas no valen más que las de otras especies y que por ello tenemos que ampliar nuestros marcos de lucha hacia todas y todos, sin invisibilizar a las compañeras/es trans, racializadas y con diversidad funcional. La libertad, justicia e igualdad, o es para todas, o no será.

¡Contra toda explotación, antiespecismo, feminismo y socialismo para la liberación!
¡Ni oprimidas ni opresoras!

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